El teatro popular ha sido durante muchas décadas en Paraguay y en el Mundo una herramienta de denuncias sociales implícita que ayuda a revelar el comportamiento de un grupo de individuos. Para el análisis sociológico se recurre a la obra de teatro póstuma del actor paraguayo Carlos Báez, en la obra el protagonista Juan Ramón Corazón goza de una excelente reputación porque presta un servicio voluntario para el mejoramiento de la comunidad a la cual pertenece, el es llamado un HOMBRE EJEMPLAR. Pero, la ironía del destino hace que este HOMBRE EJEMPLAR sufra un percance que atenta contra su salud física y psicológica quedándose con secuelas graves evitando que pueda llevar la vida de servicio por la cual era valorado, a partir de allí su reputación se transforma y surge el personaje Juan Ramón Tavyrón (Juan Ramón Idiota) alguien quien ya no es un ejemplo para la sociedad sino simplemente un IMBÉCIL con quien inexplicablemente el Destino, Dios o el Diablo ha sido cruel y no encuentra en la gente a quien ayudo un respaldo para sobrellevar la difícil situación, aunque es importante aclarar que el personaje nunca busco intereses personales puesto que sus acciones eran altruistas y solidarias para la comunidad.
Así esta obra refleja el comportamiento de la sociedad paraguaya donde el altruismo y la solidaridad se convierten en las características del IDIOTISMO y la acción ayudar al prójimo es valorada mientras genere algún tipo de utilidad ya sea monearía, política, social, religiosa o incluso familiar olvidando la idea de construcción del BIEN COMÚN para mejorar el Bienestar Social Colectivo cuando las fuerza del Estado, el Mercado y el Mundo por si mismas no alcanzan. Pero, este fenómeno observado en la obra no solamente constituye el reflejo de la sociedad paraguaya sino también el reflejo de una sociedad global lo que el sociólogo Zygmunt Bauman llama el resultado de la “individualización” humana.
La “individualización” mencionada por el autor además de producir al nuevo IDIOTA ÚTIL del Mundo cuyo destino es incierto, genera también mayor dificultad para el trabajo en equipo, menor posibilidad de tener y mantener las relaciones amistosas, mayor ruptura de las relaciones de parejas y un desinterés por la construcción y el mantenimiento de la familia lo cual no lleva a entender que estamos en presencia de un nuevo tipo de sociedad en la cual no queda claro si la misma es resultado de un proceso evolutivo que busca su bienestar o resultado de un proceso involutivo que no tiene en cuenta su destrucción en la construcción social.
El análisis global nos hace ver que la situación que viven nuestras sociedades no radican totalmente en las Instituciones Formales (Estado y Mercado) sino también en las Instituciones Informales (Cultura y Creencias) que involucran a el nivel de aprensión de las normas donde el cumplimiento y respeto de las mismas se convierte en una decisión de la ÉTICA INDIVIDUAL más no de la ÉTICA COLECTIVA donde la interacción social que permite la conexión entre lo individual y lo colectivo en un mundo de SERES HUMANOS es cada vez más difícil o incluso imposible. Así de este breve análisis surge una pregunta que aún no puedo responder: ¿Es posible construir un mundo mejor donde solo existe interés por la utilidad del individuo más no por el valor humano del mismo en la construcción social?
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